El Padre Obispo Jorge Eduardo presidió la Eucaristía en la fiesta de San Andrés Apóstol, este miércoles 30 de noviembre, en la ciudad de San Andrés de Giles, junto al párroco Pbro. Norberto Chirigliano, el diácono permanente Osmar Branchini, y los fieles de la comunidad, que se acercaron para dar gracias y celebrar a su santo patrono.
Durante la homilía, el Padre Obispo recordó “estamos a fin de año, es un tiempo de cansancio acumulado. La pandemia, el contagio, la enfermedad, dejó su huella y la sigue dejando. La perplejidad de la guerra, esta tercera guerra en pedazos, la inflación que cansa, porque toca lo cotidiano y genera miedo”. “Es difícil vivir en un país donde la economía es crítica. Salimos cansados de hacer las compras, agobiados. Hay un cansancio que arrastramos y nos hace pesada la vida”, manifestó.
“En este contexto la Iglesia nos invita a vivir la Navidad. Dios está con nosotros, se hace carne, quiere acompañar nuestra vida. La Palabra, los profetas nos dicen “Despierten, despierten”, que el cansancio, que el agobio, no los adormezca, porque Dios está, Dios viene, en un pesebre, escondido, pobre, humilde”, expresó.
“Y si Dios está, la vida es distinta. Cuando uno es creyente en el Dios de Jesucristo, sabe que Dios viene para levantar la vida, en toda circunstancia. La Navidad no es una fiesta para el consumo, es una fiesta profundamente religiosa que nos despierta a una presencia de Dios que activa la vida”, animó nuestro Padre y Pastor.
Sobre el santo patrono San Andrés, el obispo recordó que él, un hombre sencillo, al igual que los apóstoles, dejó todo para seguir a Jesús y para hablarle a los otros de lo que escuchaban de Jesús. Los apóstoles se apasionaron de Jesús y su mensaje y contagiaron algo distinto.
“Andrés fue un hombre que se dejó apasionar por Jesús y apasionó a otros”.
“La historia se construye sobre sobre los hombros de personas que le pusieron mucha pasión a la vida, que pusieron mucha entrega, que apostaron por la comunidad, la fraternidad, e imaginaron nuevas formas de vida”, expresó en otro momento de su homilía.
“Es verdad que estamos en un tiempo trabado del mundo, pero la presencia de Dios siempre es transformadora”.
“Los animo a que no se dejen aplastar por el agobio, la angustia, el miedo, el cansancio, y a que sean en Giles,” sal y luz”, personas que se apasionan con el Evangelio de Jesús y tratan de transmitirlo en la catequesis, en la caridad, a los enfermos, los que no tienen trabajo, los que están sin techo”.
“Que el Apóstol San Andrés siga siendo luminoso en la vida de ustedes, y así como él se dejó cambiar por Jesús, también nosotros podamos dejarnos transformar por Él para que otros encuentren el sentido a la vida”, finalizó.
Podés ver la misa completa en nuestro canal de youtube: Arquidiocesis Mercedes Lujan