En el tiempo de Cuaresma, tiempo litúrgico propicio para prepararnos para la celebración del misterio central de nuestra Fe, la Pascua, la Iglesia nos invita a vivir un tiempo de profundización, en nuestro vínculo fundamental con Dios.
En este camino cuaresmal, el ayuno (y la abstinencia), junto con la oración y la limosna, son dos prácticas centrales, como preparación para la celebración de la Resurrección del Señor.
Desde Cáritas Arquidiocesana nos proponen, con un breve subsidio que han preparado, una mirada siempre nueva del ayuno, como una manera privilegiada de servicio a los hermanos más pobres, para favorecer una verdadera generosidad y apertura cristiana.
Descarga el subsidio para compartir en tu comunidad en el siguiente link