Fuentes: Aica y Diócesis de 9 de Julio

El Padre Obispo Jorge Eduardo Scheinig, presidió el domingo 6 de febrero en la Basílica y Santuario de Nuestra Señora de Luján, una misa en memoria del cardenal Eduardo Pironio, a 24 años de su paso a la Casa del Padre. La Eucaristía fue concelebrada por los obispos de Nueve de Julio, monseñor Ariel Torrado Mosconi, y de Chascomús, monseñor Carlos Humberto Malfa.
El cardenal Eduardo Francisco Pironio fue un “hombre de fe y esperanza, un hombre lleno de gracia y santidad. Hoy los invito a rezar especialmente por él “ para que la Iglesia lo pueda elevar prontamente a los altares», pidió nuestro Padre Obispo al comenzar la misa.
Desde el fallecimiento del cardenal, cada año se celebra una misa en su memoria el primer domingo de febrero en el santuario de Nuestra Señora de Luján, donde descansan sus restos, con el propósito mantener viva y actualizada su persona y su vida y, también, para pedir por su beatificación.
La homilía estuvo a cargo de Mons. Ariel Torrado Mosconi, obispo de Santo Domingo de Nueve de Julio, lugar del nacimiento del siervo de Dios: “Bien podemos decir que la vida de los santos son Evangelio vivido. La Palabra de Dios experimentada y practicada. Los santos en el “aquí y ahora” del tiempo y lugar en el cual vivieron, hicieron realidad la letra bíblica al llevarla a cabo. Sin adelantarnos al juicio de la madre Iglesia, sino recogiendo de la fama de santidad captada y manifestada por el sentido de la fe del santo pueblo de Dios, hoy podemos afirmar que hay rasgos de la personalidad y la vida toda del siervo de Dios cardenal Pironio, que ilustran las lecturas bíblicas que acaban de proclamarse. Los resumo en tres: vocación-humildad-misión”.
Luego prosiguió: “La misión es el término de todo llamado y seguimiento. El “para qué” de la vocación. Es más, la evangelización es el “para qué” de la vida de la Iglesia entera. El cardenal Pironio, protagonista del Concilio Vaticano II, fue un hombre “copado” por la evangelización. Pastor y teólogo al mismo tiempo, estuvo imbuido por la idea y el compromiso con la nueva evangelización. Muchos reconocen en el siervo de Dios a un profeta de nuestro tiempo. No es exagerado decir que fue un profeta de la nueva evangelización, -tengámoslo presente- aún está por llevarse a cabo- ahora, con las motivaciones y el impulso a que nos exhortó el Papa Francisco en Evangelii gaudium”.
Para concluir: “Una expresión muy pironiana -que deja ver el arraigo profundamente bíblico de su teología, espiritualidad y pastoral- era “llamados, consagrados y enviados”. Se encuentra y repite frecuentemente en sus escritos. Podemos resumir el mensaje, la súplica y el compromiso que brotan de la Palabra de este domingo en: “llamados a la escucha y la contemplación, consagrados en la verdad y la humildad, enviados a la evangelización y la misión” ¡Ésta es también nuestra misión y nuestra esperanza!”
Luego de oración post- comunión, el Arzobispo de Mercedes – Luján, invitó a la comunidad a rogar a la Virgen por las intenciones particulares y también por la Patria “en la que familiares y hermanos no la están pasando bien”.
Al término de la celebración se rezó un responso en uno de los ábsides laterales donde descansan los restos del cardenal Pironio junto a los de dos obispos muy significativos en su vida: monseñor Juan Neponucemo Terrero, de La Plata y Anunciado Serafini de Mercedes.