Este martes 17 de agosto, al mediodía, el Padre Obispo Jorge Eduardo presidió la Eucaristía en el establecimiento Lácteos Conosur, de la ciudad de Suipacha, para acompañar al personal de la fábrica y a la comunidad que se unió para rezar por las fuentes de trabajo, en solidaridad con los que han sufrido la enfermedad y los que han perdido un ser querido en este tiempo, y en acción de gracias por no tener que lamentar víctimas en la explosión de la caldera sufrida días atrás.
En la homilía el padre Obispo recordó que “la clave de la vida es el amor a Dios y al prójimo”.
Reflexionando sobre la Parábola del Buen Samaritano, Mons. Jorge Eduardo expresó que “el amor que nos propone Jesús es capaz de saltear todas las diferencias, y hacerse prójimo del que está al costado del camino, del que está herido, que hoy es él y mañana puedo ser yo”.
“En los tiempos que estamos viviendo en el mundo y en la Argentina, también puede darse una pandemia de la indiferencia, del “sálvese quien pueda”.
“Tenemos que ir a las raíces nuestras, en donde están los valores que nos hacen una nación, un pueblo, que tiene características de solidaridad, de cercanía. Son tiempos para que el valor de la compasión, de la sensibilidad, por el hermano o la hermana, que están al costado del camino herido, nos muevan”.
Quiero rezar con ustedes, dando gracias a Dios porque el acontecimiento ocurrido no fue más grave, pero también pidiendo para que este lugar sea un lugar de máxima solidaridad, y expresó que en este tiempo la Argentina se hace solidaria si cuida las fuentes de trabajo, si el trabajo dignifica, por el mismo trabajo, por la calidad del trabajo.
Dios y la Virgencita de lujan, no están indiferentes.
Los invito desde este lugar a pedirle a Dios por este lugar, por esta ciudad, por la patria.
Disponible en nuestro canal en Youtube: Arquidiocesis Mercedes Luján