Compartimos el mensaje de nuestro padre obispo +Jorge Eduardo a las y los docentes de la arquidiócesis, con motivo del cierre del ciclo lectivo 2020.
«Queridas docentes, queridos docentes.
Gracias, infinitamente gracias por todo lo entregado en este año difícil. Gracias de corazón. Ustedes se parecen a esos árboles que vemos en los caminos cuando vamos por nuestras rutas; esos árboles firmes, fuertes, grandes, generosos, esos árboles que resisten a los vientos, a las sequías, a las pedradas, árboles de raíces profundas, de troncos firmes, árboles de ramas y hojas llenas de vida, que son capaces de dar sombra, de proteger la vida.
Ustedes son personas con raíces profundas, tienen identidad, tienen memoria, son docentes, maestros, tienen vocación, personas de tronco firme.
Porque en ustedes hay firmeza, docentes de ramas generosas, de troncos que son capaces de dar vida a sus alumnos, de cuidarlos.
Gracias por todo, gracias por tanto.
En este año, en donde hemos sido probados, en lo personal, en lo comunitario, en lo social, como esos árboles ustedes han resistido, pero no solamente poniendo fuerzas, sino también han resistido dando la vida, entregándose.
No puedo más que agradecerles.
Nuestros colegios son lo que son gracias al trabajo de ustedes, trabajaron a favor de los niños, los chicos, las chicas, las familias. Gracias
Les deseo de corazón que a pesar de todas las dificultades en este año ustedes se sientan más plenas, más plenos, más felices por la tarea realizada. Y le pido a Dios que sigan creciendo.
Que el Señor los bendiga en las vidas de cada una, de cada uno, en sus familias, en sus colegios.
Que la bendición los ayude a seguir creciendo, a seguir buscando, a seguir animándose a dar vida.
Que la Virgencita que es el árbol entre los árboles, la Virgen que está firme, anclada en Dios, pero también la que nos cobija y nos da vida, la Virgen de Luján, esté en el corazón de todas y todos ustedes.
Terminamos el año. Permítanle darles la bendición llena de agradecimiento por la tarea realizada, permítanme pedirle a Dios que los bendiga.
El Señor les regale su bendición.
Que Dios multiplique en ustedes el ciento por uno de todo lo que han dado. Que sigan siendo aquellas personas que escuchando el llamado de Dios han dejado todo por esta misión que es enseñar, dar vida.
Gracias, que tengan una linda Navidad, así como podamos hacerla, pero siempre en familia.
Que tengan un buen fin de año y un comienzo de un año que esperemos sea un año bendito para todos nosotros, especialmente para nuestra patria.
Le mando un abrazo grande, agradecido a toda la comunidad educativa de nuestros colegios. Gracias de corazón.»