Nuestro padre obispo +Jorge Eduardo presidió la Eucaristía el pasado 16 de julio, festividad de Nuestra Señora del Carmen, en la celebración de las patronales de la parroquia de Carmen de Areco. Concelebraron la Eucaristía el párroco, Pbro. Ricardo Rodriguez, el Pbro. Federico Telles y el Pbro. Gabriel Paglieri.
Durante la homilía, el Arzobispo reflexionó «Donde está María, hay esperanza. En este pueblo que tiene en su ADN a la Virgen del Carmen, tiene que haber esperanza. La esperanza es un tema muy importante para los seres humanos. No es lo mismo caminar en la vida con esperanza que sin ella. La esperanza nos da motivos para luchar y resulta fácil tenerla cuando todo va bien. Y cuando las cosas se nos van dando, nos sentimos bien, felices».
«¿ Y qué pasa cuando las cosas no salen como uno quiere, cuando las dificultades son más grandes que las propias fuerzas? Ahí somos probados en la esperanza y muchas veces, desesperamos. Eso que le pasa a cada uno, puede pasar a un grupo, a un pueblo, a una nación, también le puede pasar al mundo». Si caemos en la desesperanza, se nos van las fuerzas, los motivos para luchar, para caminar. Es muy importante que una comunidad cristiana, mantenga viva la esperanza de un pueblo. Y que los líderes políticos, sociales, religiosos, tengamos cuidado en no generar desesperanza.»
Más adelante, continuó diciendo «Donde está Maria, hay esperanza, nos dice la Palabra de Dios. Cuando uno ha llegado al límite personal, social, necesitamos de Dios. Tuvimos que cerrar las iglesias y los cristianos estamos haciendo un esfuerzo enorme, porque sabemos que Dios es fundamental para recobrar la esperanza.»
Reflexionado sobre la lectura del primer libro de los Reyes (Reyes 18,41-46), que nos habla de la oración de Elías ante a la sequía pidiendo la lluvia en la cima del Monte Carmelo, el Arzobispo manifestó: «Y la esperanza se recobra cuando somos capaces de ver más allá de lo que nos está pasando y cuando somos capaces de reconocer la presencia de Dios metido en la historia»
Sobre el Evangelio de las Bodas de Caná, expresó «si nuestra Argentina se queda sin sentido, se acaba la vida. El Hijo hace el gesto de transformar seis tinajas de agua de 100 litros cada una en un vino exquisito. Cuando Dios está, la vida empieza a recobrar sentido. Con la presencia de la Virgen del Carmen, les deseo de todo corazón que no se dejen tentar por la desesperanza, hay mucho por lo cual luchar, pelear, celebrar la vida cotidiana.
El Papa Francisco está diciéndole al mundo «Preparen el futuro». No dice «prepárense para el futuro». Esto significa que pensemos otra manera de estar, de ser en el mundo, de relacionarnos con la naturaleza, con el mundo, para que todos podamos estar en la misma mesa»
Finalmente el Arzobispo realizó una oración a la Virgen en nombre de todos, reconociendo su presencia en las calles, el hospital, los barrios, las familias y encomendó a las autoridades y a todo el pueblo a su intercesión pidiendo su ayuda en este momento difícil de la patria, especialmente por los enfermos.
El párroco Ricardo Rodriguez, saludó a toda la comunidad, agradeció todo el camino recorrido en la preparación a esta fiesta en la novena, visitas a los barrios, el grupo juvenil, los agentes pastorales.