Saludos navideños de Mons. Agustín

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                                                                          Mercedes (B) 22 de diciembre de 2016

A los sacerdotes, religiosos y laicos.

Queridos hermanos:

Se acerca la Navidad. Dios se hace uno de nosotros. En este año de la misericordia veo cada vez más claro como El al hacerse hombre ha asumido mi vida, mis límites, mis sombras y mis pecados. El asumió todo, aun mis fracasos. En la Gruta de Belén, en el pesebre asumió todo lo que el mundo desprecia, todo lo que para al común de la gente, no tiene valor. El ha elegido la pobreza y la fragilidad. Y todo lo mío lo ha asumido, lo tuyo y lo de todos. Esta es la muestra de su amor infinito. Donde veo negativo, esclavitud, desilusión está El. Esto me lleva a vivir una esperanza grande apoyado en su misericordia. Lo descubro a El en mis límitesy en todo aquello que es negativo. El al hacerse hombre asumió todo lo humano aún aquello que es negativo de mi persona y de la historia. Todo es aceptado y asumido por El. En toda oscuridad está El.

Esto hace nacer en mí la esperanza, la libertad y la alegría. El está y esto me basta. Ahora puedo donarme a mis hermanos, puedo amar porque El me amó primero.

La Navidad renueva mi esperanza. Una esperanza que nace de su amor que nunca se acaba. Mi corazón se apoya en Dios y por El y cómo El puedo entregarme a los demás deseando que todos gocen de esta presencia infinita, amorosa y misericordiosa.

Mirando la vida de todos los santos noto que esta realidad es contagiosa. Esta es la esperanza que nace de la Navidad.

“Quien tiene esperanza vive de otra manera; se le ha dado una vida nueva” (Spe salvi,2)

Así deseo que comencemos el nuevo año, animados también por los santos que nos han precedido: Madre Teresa, el Cura Brochero, Mamá Antula y más cercanos a nosotros el Padre Salvaire y el Negrito Manuel. Todos amantes de Dios, de su Santísima Madre y de sus hermanos.

Procuraremos en el 2017 retomar nuestro Ideario a la luz de lo que nos enseña el Papa Francisco.

Finalmente les comunico que al no haber tenido ordenaciones sacerdotales, procuraré realizar algunos cambios y nombramientos al principio del año para concretar los traslados después de la Fiesta de Pascua.

                Pongo mi deseo de Feliz Navidad en manos de María, “es Ella la que sabe transformar una cueva de animales en la Casa de Jesús, con unos pocos pañales y una montaña de ternura.

                Ella es la misionera que se acerca a nosotros para acompañarnos por la vida, abriendo los corazones a la fe con su cariño materno. Como una verdadera madre, ella camina con nosotros, lucha con nosotros, y derrama incesantemente la cercanía del amor de Dios.” (EG 286)

                               Con afecto fraterno.

                                                                               +AGUSTIN