Queridos hermanos,
El Señor esté con ustedes.
Les escribo esta carta con el dolor de saber que nuestros hermanos de las comunidades de Junín han sufrido al principio de esta semana una violencia inusual nacida posiblemente por el hartazgo de la gente ante un hecho más de inseguridad con el asalto y asesinato de una joven de 17 años
Desearía que rezáramos en todas las comunidades para que haya un pacto de no agresión en todos los niveles y esto se logrará si cada uno de nosotros vive bien lo que Dios le ha encomendado. Que las padres sean buenos padres, que los hijos sean buenos hijos, que los que gobiernan cumplan lo que Dios a través del pueblo les ha encomendado, que nosotros pastores seamos mensajeros de paz y de esperanza y que todos los creyentes y hombres de buena voluntad respeten a sus semejantes para que al final de la vida Jesús nos reconozca como sus verdaderos discípulos.
Recemos una vez más por nuestra Patria y por la Santa Iglesia, que en estos días elegirá al Sucesor de Pedro. Que Dios, Nuestro Señor nos de la fuerza necesaria para vivir con coherencia la fe que El nos ha regalado.
Con afecto fraterno,
+ Agustín
