«Lo vió y se conmovió». Asamblea Nacional de Pastoral de Juventud.

Micaela Rosato, Coordinadora General y representante a nivel nacional y regional, Cami Feminella, animadora del Equipo Arquidiocesano y el Pbro. Mario Roldán, Padre Asesor, participaron representando al Equipo Arquidiocesano de Pastoral de Juventudes en la 35º Asamblea Nacional de Pastoral de Juventud, que se llevó a cabo entre los días 13 y 15 de agosto en la ciudad de Córdoba.

La Asamblea Nacional de Pastoral de Juventud es la instancia máxima de representación de los jóvenes en nuestro país. En ella se evalúa el proceso de la pastoral de Juventud en sus distintos niveles, nacional, regional y diocesano.

Cami Feminella, nos comparte su testimonio.-

«LO VIÓ Y SE CONMOVIÓ»

«Lema donde una vez más se refleja una enseñanza que Jesús nos deja. De la mano del Sínodo, signo de unión, signo de caminar juntos. Una invitación a que siguiendo ese camino juntos, podamos ver y conmovernos.

Y en ese «camino juntos», estamos todos. Las distintas juventudes, comunidades, con nuestros distintos acentos, culturas, pensamientos e ideas, conformando así un único ADN de Pastoral que nos identifica, donde nuestro principal lazo, lo que nos mantiene unidos, es Jesús.
Alentándonos y acompañándonos también en cada paso que damos.

No tengamos miedo de ser, de hacer, de decir, de sentir. Seamos. Seamos hospital de campaña, seamos botiquín de primeros auxilios. Seamos misión, misión de iluminar, de bendecir, misión de vivificar. Misión de levantar, de poner de pie. Misión de sanar, de liberar, porque estamos marcados a fuego por esa misión. La que nos muestra al mundo como testigos de un amor que arde, del amor de Dios.

Amor que debemos hacer que llegue a cada rincón, asi como se encuentra en cada rinconcito de nuestro corazón. Seamos instrumentos de ese amor. Seamos esa música que enciende el alma y hace sentir la presencia de Jesús. Seamos ese abrazo. Seamos alegría y lágrimas. Seamos pacientes. Seamos esperanza. Seamos felices. Simplemente seamos.
Sigamos creciendo y aprendiendo. Sigamos haciendo, hagamos lío. Sigamos la misión de «construir el cielo en la tierra y servir». Es nuestro momento, dejemos nuestra marca.»