El Arzobispo de Mercedes Luján, presidió la Eucaristía este jueves 6 de agosto, Fiesta de la Transfiguración del Señor, en el Seminario Arquidiocesano Santo Cura de Ars, celebrando la fiesta del seminario y al santo patrono San Juan María Vianney.
En la celebración que se transmitió por el Facebook del Seminario Santo Cura de Ars Mercedes Luján y las redes sociales del Arzobispado (Facebook Arzobispado Mercedes- Luján y canal de Youtube Arquidiócesis Mercedes Luján), se dio gracias por tanta vida compartida en nuestro seminario, recordando a todos los que han pasado por el mismo y especialmente a los sacerdotes que este año cumplen las bodas de plata de su egreso: de la diócesis de Nueve de Julio, los Padres German Loriente y Juan Pellegino; y de la diócesis de Azul el padre Enrique Germade.
Durante la homilía, el Arzobispo refiriéndose al episodio de la Transfiguración , invitó a leerlo desde la escuela apostólica y refiriéndose al seminario dijo: “Esta es una casa de formación para apóstoles, donde se vive la alegría de la presencia de Dios y al mismo tiempo, la exigencia de la formación, porque estos jóvenes se encuentran aquí para madurar el llamado particular que han recibido. El sentido de la escuela es la misión, la misma misión de Jesús. Y la misión es entregar la vida por el Reino, y esto tiene la dulzura de estar en la presencia del Señor y para eso hay que subir la montaña. Se nos exige escalar por la misión.
En el texto Jesús evangeliza a sus apóstoles. Esta casa es una casa de evangelización, estamos invitados a compartir lo que otros hicieron por nosotros, fuimos evangelizados. Y si nosotros no somos evangelizados, corremos el riesgo de ser evangelizadores de escritorio.
Asumir, internalizar, configurarnos con Jesús.
Y este texto bíblico que acabamos de escuchar nos habla de una experiencia que a Pedro lo marcó. La Transfiguración se encuentra entre dos textos que nos presentan la Pasión, la Pascua de Jesús. Los discípulos están descubriendo que el Señor, el Mesías, va a la Pascua, al sufrimiento, a la muerte.
Y el Señor quiere hacer con ellos un trabajo delicado, que llegue a la médula de la existencia, que no quede en la superficie. En la montaña van a experimentar la gloria, la manifestación de Dios. Aparece una experiencia de Pedro, ¡qué bien estamos acá! Y la voz del Padre: “Éste es mi Hijo amado, ESCÚCHENLO”. y queda sólo Jesús.
Los discípulos tienen que descubrir que hay una novedad y esa novedad es Jesucristo. Y Jesucristo es Todo. Se dan cuenta que tienen que hacer un camino de conversión a Él
Cuando descubro que Jesús es Todo, dejo todo. Porque lo descubrí a él.
Las grandes personas de nuestra Iglesia, los santos, las santas, más allá de su cultura, de las circunstancias de su tiempo, circunstancias personales, descubrieron que Jesucristo es Todo. Y todo lo demás se va acomodando a eso, a la radicalidad de lo absoluto de Dios.
Hoy hace falta decirle a las personas, a la cultura, a la historia, que JESUS ES TODO.
Una casa como esta tiene mucho sentido, enriquecida con la variedad de diócesis: aquí se forman seminaristas de nuestra arquidiócesis de Mercedes- Luján, de Bahía Blanca, Azul, 9 de Julio,del obispado Castrense, en algún tiempo de Chascomús y Zárate Campana. En este momento hay unos 46 seminaristas.
La Iglesia apuesta desde hace mucho a este tipo de formación de vida compartida. La escuela apostólica de Jesús, necesita de estar juntos.
Hay una opción formativa, pedagógica, de eclesialidad, de conversión, compartir la casa, la vida, las alegrías, los dolores.
Recordamos a todos los sacerdotes que se han formado aquí y demos gracias a Dios por esta casa de formación y por el trabajo del Padre Darío por casi 24 años, el Pbro. Diego Zacca a cargo del Curso introductorio, el Pbro. Daniel Guerra, Pbro. Lucas Figueroa, directores espirituales, formadores, docentes.
Para ver la misa completa, podés hacerlo en el siguiente link Facebook