Desde el Santuario de nuestra Madre de Luján, el Arzobispo dirige un mensaje a los que trabajan en el servicio de caridad de la arquidiócesis.
“Es un tiempo donde todos hemos sido sorprendidos y necesitamos aprender a estar en esta realidad.
Lo que más sobresale en este tiempo es el hambre, el hambre de comida, pero también el hambre de cariño, el hambre del sentido de las cosas, del sentido de la vida y el Señor nos llama a saciar el hambre.
En este tiempo de una multitud hambrienta de comida, de afecto, del sentido de la vida, también nosotros estamos invitados a dar de comer.
Gracias a Dios muchas personas sienten el llamado a colaborar a la solidaridad.
Tenemos que organizarnos bien para que llegue la comida a los niños, a las madres, a,las personas embarazadas, a las familias , tenemos que hacer todo lo posible. Pero también cuidar el modo en que llega la comida, porque el modo será ese saciar, ese intentar saciar el hambre con el cariño, con el sentido de la vida.
En estos tiempos uno puede perder el sentido de lo digno que es, de lo valioso que es, y ahí tenemos que estar nosotros. Estamos en la trinchera del cariño, del afecto, del sentido de la cosas.
Animo a todos los que trabajan en nuestras Cáritas a ser muy creativos, que seamos muy imaginativos, que podamos descubrir por dónde pasa ese dénle de comer, ese saciar el hambre
Ustedes están trabajando para que el Reino de Dios esté muy presente en este tiempo, en este momento histórico que nos toca vivir. Están haciendo que el Reino de Dios se dilate, que Dios esté presente en cada palabra, en cada gesto de ustedes. Ahí se hace presente Dios y su reino
Desde el Santuario les doy la bendición. Fuerza!! no bajen los brazos, estamos juntos .
Que el señor y la Virgen Santisima de Luján nuestra Madre, les regale su bendición.