Jornada mundial por las vocaciones – Domingo del «Buen Pastor»

Se acerca el 4º Domingo de Pascua, en donde se realiza la JORNADA MUNDIAL DE ORACIÓN POR LAS VOCACIONES. Este año se cumple el 50º aniversario de su institución por parte del Papa Pablo VI. Por eso, invitamos a todas las comunidades parroquiales a unirse a esta jornada.
Para ello proponemos rezar en todas las misas la Oración por las Vocaciones de Pablo VI (que desde hace más de un año se han repartido en las parroquias de la arquidiócesis). A su vez, adjuntamos un texto llamado “Rosario Vocacional”, en cual se encuentran extractos del Mensaje del Papa Benedicto XVI para la presente jornada. Dicha celebración se puede hacer antes de las misas, en el contexto de una Adoración Eucarística, o bien, sólo la oración del Rosario.
Adjuntamos también el texto completo del Mensaje del Papa.
Como ya hemos informado, durante el año realizaremos visitas a las parroquias, junto con los seminaristas del curso introductorio. El fin de semana que viene estaremos en las ciudades de Chivilcoy, Alberti y Moquehuá. Nos encomendamos a sus oraciones.  Cualquier duda o sugerencia pueden escribir al mail: pastoralvocacionalmercedeslujan@haoo.com.ar.
P. Pablo
P. Alejandro
“Resucitó el buen Pastor, que dio la vida por sus ovejas; él se dignó morir por su rebaño. Aleluya.” (LH)
Oración de Pablo VI por las vocaciones:
 
¡Oh Jesús!, divino pastor de las almas,
que llamaste a los apóstoles
para hacerlos pescadores de hombres:
atrae hacia ti las almas ardientes y generosas de los jóvenes
para hacerlos tus seguidores y ministros.
Hazlos partícipes de tu sed de redención universal,
por la cual renuevas tu sacrificio sobre tus altares.
Descúbreles el horizonte del mundo entero
donde la silenciosa súplica de tantos hermanos
pide la luz de la verdad y el calor del amor,
para que respondiendo a tu llamado
prolonguen aquí en la tierra tu misión,
edifiquen tu Cuerpo Místico, la Iglesia,
y sean sal de la tierra y luz del mundo.
Extiende, Señor, tu llamado a muchas almas generosas
e infúndeles el ansia de la perfección evangélica
y de la entrega al servicio de la Iglesia
y de los hermanos necesitados de asistencia y caridad.
Amén.